Tradicionalmente, cuando se lavan las planchas con restos de ácidos en los fregaderos, los residuos tóxicos se descargan en los acuíferos a través de desagües y alcantarillas. Las disoluciones electrolíticas no afectan a los acuíferos si se toman ciertas precauciones.
Soluciones de SULFATO DE ZINC y de SULFATO DE HIERRO
Las planchas que se han grabado con disoluciones de sulfato de zinc o sulfato de hierro, pueden lavarse directamente en los fregaderos con agua corriente e ir directamente a los desagües, ya que no son nocivas o perjudiciales y no afectan a los sistemas de alcantarillado ni acuíferos.
Soluciones de SULFATO DE COBRE
Sin embargo, se recomienda que las planchas que se han grabado con una disolución de sulfato de cobre, se laven en un tanque de paso con agua y limaduras de hierro. La razón es que los iones de cobre se convierten fácil y rápidamente en cobre metálico desechable e inofensivo por el contacto con las limaduras de hierro. El tanque de paso es una cubeta de plástico donde cabe cómodamente la plancha que se está grabando, en la que se ha puesto abundante agua y limaduras de hierro limpias de grasa, o un trozo de lana de finos hilos de hierro para pulir, de venta en las ferreterías. La disolución del tanque de paso se va coloreando de amarillo y queda en un estado que puede arrojarse por los desagües previo filtrado. Una vez sacada la plancha del tanque de paso, ésta se puede lavar con abundante agua directamente en el fregadero.
Tanque de paso con una plancha y lana de hierro Lana de hierro
Lavar las planchas grabadas con electrólisis en los fregaderos no es un problema medioambiental si se siguen las condiciones explicadas anteriormente. Pero deben comprobarse antes las regulaciones locales. Las instituciones educativas en general tendrán protocolos para la eliminación de aguas residuales y productos químicos; a veces esto puede imposibilitar cualquier lavado por el desagüe.
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